Un fular es un pañuelo para el cuello o bufanda realizado en tela de seda muy fina, por lo general
con dibujos estampados.
Hace años, el fular se empleaba básicamente para cubrir la cabeza femenina en invierno, para
protegerse del frío. A partir de los años de la década de 1970, gracias al diseñador Emilio Pucci, se
amplió el concepto, así como su uso y significado. Pucci fue pionero en crear estampados
llamativos y geométricos, dejando en segundo plano la imagen pudorosa que hasta entonces
tenían estos pañuelos.
En la actualidad, los pañuelos y fulares continúan siendo protagonistas de las tendencias y se
encuentran de todo tipo de tamaños, materiales, diseños, etc. De este modo, se adecuan a toda
clase de persona, estilo y temporada. Así, se han convertido en un accesorio más, que se utilizan
en cualquier mes del año, sin importar su practicidad, totalmente intemporal y realizados en
diversos materiales, adecuados a cada momento.
Por otro lado, el cambio más novedoso que ha sufrido esta prenda es el de traspasar la frontera de
los sexos. El fular siempre ha estado ligado o unido a lo femenino, a las mujeres, era un
complemento destinado y pensado para las mujeres, pero en las últimas temporadas se propone y
los emplean tanto hombres como mujeres.
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